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miércoles, 12 de mayo de 2010

PICEA (PICEA)


Este árbol es una conífera muy afín al abeto de las regiones templadas y moderadamente frías del hemisferio Norte. La mayor parte de las 40 especies existentes son originarias de la China, pero

algunas crecen en Europa y América del Norte. La hermosa copa cónica y densamente poblada de este árbol, y sus ramas horizontales, de puntas ligeramente erguidas, hacen que sea muy apreciado para fines ornamentales, aunque también es muy importante como fuente para la obtención de la pulpa de madera que se utiliza en la fabricación del papel.

Las hojas de la picea son finas, aciculares y persistentes durante el invierno. Tienen una sección de forma triangular y son extremadamente rígidas y muy punzantes. Las ramas de este árbol tienen un aspecto bastante tosco debido a que las hojillas nacen de una especie de escamas leñosas que permanecen en la rama una vez que la hoja ha caído. El fruto o piña de la picea tiene formas y tamaños diversos, pero crece siempre hacia abajo, en la rama. Tanto las hojillas como las ramitas tiernas del árbol son, durante el invierno, una fuente importante de alimento para los animales silvestres de los bosques en los meses invernales.


La picea roja (Picea rubens), difundida por el nordeste de Estados Unidos y por la zona de los Apalaches, tiene hojillas rígidas, erectas, y da una piña de tres o cuatro centímetros de longitud. La picea blanca (picea glauca) posee un follaje muy semejante, pero las piñas son de tamaño algo mayor. Se extiende por la misma zona que el anterior, pero llega más hacia el Norte, incluso hasta Alaska. La picea negra (Picea mariana), que crece en los terrenos pantanosos, tiene las hojas y las piñas de dimensiones mucho menores que las especies precedentes. Se encuentra en la región de Nueva Inglaterra, en Canadá y Alaska.
Picea sitchensis es el gigante de las especies que integran el género, y crece en los bosques cercanos a la costa de Alaska y en el centro de California, alcanzando su mayor tamaño y difusión en las zonas de abundantes lluvias. Uno de los ejemplares más altos de este árbol mide 98 metros de altura y cerca de cinco de diámetro.

Las hojillas de las piceas son extremadamente agudas y poseen una sección achatada, en lugar de angular. El vasto tronco de este árbol tiene una corteza fina, escamosa y de color gris, y los frutos que dan son ligeros, de tono castaño claro, y están cubiertos por escamas delgadas y rígidas, provistas de márgenes dentados.


Picea engelmannii es un árbol pequeño que crece en las zonas montañosas, especialmente en el centro de la Columbia británica, hasta el sur de Obregón, y en las Montañas Rocosas. Sus piñas son semejantes a las de Picea sitchensis, pero la corteza del tronco es rojiza, y las puntiagudas hojillas tienen una sección cuadrangular.

La picea azul (Picea pungens) es un árbol común en la región central de las Montañas Rocosas; tiene las hojillas implantadas en la rama en todas direcciones, y se planta habitualmente con fines ornamentales debido a la hermosa copa que posee.
Entre las piceas de Europa la más importante es la picea noruega (Picea abies), muy apreciada por su madera en el centro y norte europeos, aunque también se planta como árbol de ornato. La picea noruega da grandes piñas de color castaño oscuro y su follaje es de un tono amarillo verdoso. Las hojillas son por lo general de sección triangular, y alguna de las ramas penden ligeramente hacia abajo. Las piceas europeas (principalmente Picea abies y Picea excelsa) son las llamadas abetos rojos.
Entre las especies de picea que se emplean como ornamento en algunos parques y jardines figuran Picea smithiana, des sur de Asia, Picea jezoensis, y la Picea polita, ambas originarias del Japón.

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